La cetrería Peruana
por Alexandre Crisci Pessoa
En el año 2007, decidí viajar hasta la costa del Perú con el objetivo de adquirir más conocimientos sobre cetrería. En el inicio de enero de ese mismo año desembarqué en Lima donde ya me esperaba el experimentado cetrero Denis Cisneros Alcazar, propietario del Zoocriadero El Aleto, combinamos que yo haría un curso de altanería con halcones peregrinos por dos meses, pero pasado este período creamos lazos de amistad y una fuerte pasión en común, la cetrería. Y esto me hizo extender mi estancia en aquel país por un año y estoy muy agradecido a Denis y su familia que tan bien me acogieron. Evidentemente, por cuenta de esto, pude adquirir una experiencia increíble donde pude vivir intensamente la cetrería día tras día bajo todos los aspectos, luego vengo a compartir con ustedes lectores del "Diario de Cetrería" un poco de mi vivencia.
En cuanto llegué ya me encontré con dos halcones peregrinos esperando por el inicio del amansamiento, un macho de Falco peregrinus cassini y una hembra de F. p. tundrius a los que pronto comenzaría a entrenarlos. Sin embargo la hembra que yo había bautizado con el nombre de Cremolada se destacaba, y yo no sabía en aquel momento que aquella maravillosa ave quedaría marcada para siempre en mi corazón, con ella creo que disfruté las más bellas capturas de este deporte. Cremolada alcanzó un ápice en su entrenamiento espectacular, volaba bien musculada y lograba gran éxito en sus cacerías, con ella pude capturar mi primer pato en altanería, pero tampoco dudaba en sumergirse con toda su furia contra presas que, si no tan nobles, se respetaban debido a sus dimensiones y fuerza tales como garzas, gaviotas y teros, así como las más rápidas Tórtolas (Zenaida sp).
Un día, en uno de aquellos fatídicos días que la cetrería nos reserva, Cremolada se perdió, estábamos buscando patos en una región de restinga cuando ella resolvió invertir contra una banda de gaviotas que la avistaron y levantaron vuelo, incluso con nuestros intensos llamados su mente apenas estaba estimulada a aquel tentador bando que volaba grupalmente en círculos, aún motivados por la esperanza, continuábamos llamándola incesantemente y nada de respuesta, hasta que Cremolada se perdió de nuestras vistas. Ella ya se había perdido otra vez, cuando una hembra de halcón peregrino de la subespecie cassini la atacó durante un entrenamiento, y las dos volaron en lucha hacia lejos en una sola dirección, recuperamos nuestra querida después de algunos días lo que nos hizo llenar de esperanza en recuperarla otra vez, pero desafortunadamente el tiempo fue pasando hasta q ue tuvimos que conformarnos con el adiós de Cremolada.
Cremolada era un orgullo para mí, Denis Cisneros me había elogiado mucho con el trabajo que realicé con ella, pero la verdad es que era un ave tan especial y con tanta ferocidad que facilitó demasiado mi trabajo. Cremolada era apodada por aquellos que la veían volar de "La Bestia". Sin embargo, a pesar del cariño que teníamos por Cremolada, había muchos otras rapaces que volar, yo tuve la oportunidad de entrenar y volar una decena de peregrinos en altanería durante el año, obviamente no todos se quedaron aptos para caza, pero pude notar las diferencias de la capacidad de los peregrinos pasajeros para los cautivos, y los tundrius para los cassinis peruanos. Considerando los pasajeros entre cassini y tundrius, los tundrius presentaban mayor propensión a la fuga y mayor potencial para alcanzar alturas más elevadas, también un abanico de posibles presas más amplio, mientras que atacaban sin discriminación presas mayores y, en cuanto a los cautivos, tales diferencias se minimizaban.
Sin embargo, no podía dejar de citar las otras especies que tuve el placer de manejar como algunas aguillas de Harris, en especial un macho apodado Gunter de rendimiento increíble, además de cernícalos americanos, azores bicolores y hasta dos halcones pechirrojo hembras. Esta última especie pude entrenar hasta la introducción de escapes, no hubo tiempo de cazar con estos dos individuos, aún sí fue un privilegio y dio para tener una dimensión del potencial de la especie para cetrería. Por la cantidad de aves citadas, creo que pude dejar una idea de lo que dije en el primer párrafo acerca de vivir intensamente la cetrería.
Entre los entrenamientos, las salidas al campo y la socialización dentro de la comunidad de cetreros peruanos, pude comprender el desarrollo de la cetrería en aquel país. Conocí a cetreros más antiguos como el propio tío de Denis que lo introdujo en el arte de la cetrería (desafortunadamente no me acuerdo de su nombre) junto con Lucho Bertocchi que también fue su maestro y era socio de Oscar Beingolea, que se hizo conocido para algunos cetreros brasileños por haber entrenado los primeros ejemplares de Falco deiroleucus en la cetrería.
Denis y su generación tuvieron gran importancia para la cetrería peruana y sudamericana, junto con sus socios de caza y apoyo de José Antonio Otero, que disponibilizó infraestructura y así consiguieron reproducir, probablemente, los primeros halcones aplomados de América del Sur. Esto impulsó la creación de uno de los mayores centros de reproducción de aves de presa en todo el mundo, el Zoocriadero El Huayco de propiedad de José Antonio Otero, al que tuve el privilegio de conocer y me quedé impresionado no sólo con las dimensiones del criadero, pero también con el éxito reproductivo de especies increíbles como cóndores-andinos, águilas-forestales (Spizaetus sp), entre otras. Otro destaque de esta generación fue José Luis Gagliardi que promovió la cetrería peruana al resto del mundo con publicaciones muy bien hechas, donde se puede notar las singularidades de los campos de caza presentes en el país, y la adecuación de las especies de aves de presa sudamericanas para la caza en tales áreas.
Para hablar nuevamente de presas más allá de los patos, huerequeque (Burhinus superciliaris) y columbiformes, había muchos paseriformes como, por ejemplo, los de los géneros Mimus, Sturnella, Troglodites, Volatinia y las aves del género Rallidae, por curiosidad vale también citar la masiva presencia de garrapatero asurcado (Chrotophaga sulcirostris). La principal ave utilizada para caza de estas especies sin duda alguna era el Harris´s hawk (Parabuteo unicinctus), preferido entre los cetreros más experimentados hasta los iniciantes por la facilidad de adquisición, éxito reproductivo y adaptación para el vuelo en la accidentada y semi- urbanizada costa peruana. Como dije anteriormente, volamos muchos peregrinos y era siempre un desafío cuando los elevábamos en las alturas cerca de grandes cerros y áreas urbanizadas, esto hacía que una vez u otra los perdíamos y nos daban mucho trabajo para recuperarlos. Cuando los volábamos en áreas donde habían columbiformes y paseriformes que se escondían asiduamente entre la baja vegetación en vuelos rápidos y cortos, forzosamente eso llevaba al halcón peregrino bajar su altura haciendo más corto su buceo contra las presas a fin de lograr mayor éxito y, cuando los volábamos en áreas para cazar los patos, donde adquirir mayor altitud es más interesante, los halcones podrían presentar el comportamiento indeseado de no subir mucho cuando viciados en los paseriformes y columbiformes de los otros campos. Teníamos que tener mucha templanza en el entrenamiento para que se volvieran versátiles y así respondieran satisfactoriamente a nuestro objetivo.
Alexandre Crisci Pessoa a la derecha,
y el cetrero Peruano Denis Cisneros Alcazar en el centro.
Desgraciadamente no pude presenciar la caza en la región serrana del país donde los halcones van a la caza de una especie de tinamú (Nothoprocta ornata), Denis me contó que hizo algunas expediciones para cazar en esta región donde se utilizaba peucos y halcones aplomados (Falco femoralis pichinchae), además de haber capturado un ejemplar de tinamú cuando trabajaba en el control de avifauna en un aeropuerto del norte del país. Denis me explicó que algunos cetreros tenían dificultades para volar tales especies debido a la baja densidad relativa del aire en esta región y la menor concentración de oxígeno, pero que sí era perfectamente posible.
En memoria de Armando Alcazar Dorador,
tío de Denis Cisneros, uno de sus maestros en la cetrería.
En mi despedida fui regalado con dos peucos del criadero, pero en aquel momento la importación de aves a Brasil estaba suspendida, diferente de hoy, y es impresionante constatar el crecimiento de la cetrería aquí en Brasil desde aquella época. No hace mucho tiempo estábamos en un grupo de internet sobre cetrería en el portal Yahoo donde soñábamos con la reproducción comercial de aves en Brasil y la importación. Actualmente tenemos criadores muy bien establecidos que reproducen aves desde hace años, y aves importadas de las más diversas especies llegan anualmente. Si fuera hoy en día tal vez yo no pensaría en viajar delante de lo que se convirtió en la cetrería nacional, pero la preciosidad de las experiencias y amigos que hice es inmensurable, regresé a mi país dejando mucho de mi corazón en Perú y los amigos que allí hice.
En mi aprendizaje fui influenciado por grandes profesionales, pero expongo mi eterna gratitud a Denis Cisneros y Ronivon Viana da Silva. Estos tengo el privilegio de llamarlos de maestros.
Alexandre Crisci Pessoa es Biólogo, vive en São Paulo y actualmente está prestando asesoría en el servicio de controle de palomas a través de la cetrería.
Contacto: alexandre.crisci@gmail.com
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